jueves, 25 de septiembre de 2008

El libro de mi vida!


Les voy a contar que un día empecé a escribir un libro sobre mi vida (tal vez más que mi vida, mi carrera deportiva)…a las pocas páginas comprendí que era complicadísimo (debe ser por eso que admiro tanto a los escritores!!)…y desistí…años después la cibernética me da la oportunidad de ir escribiéndolo por capítulos a través de este blog, lo que adjuntaré a continuación es lo que debería de haber sido el comienzo de mi “supuesto” libro…lo que llaman el “prólogo”...


"Si algún día alguien me hubiera dicho, que hoy estaría escribiendo este libro después de tantos años dedicado única y exclusivamente al hockey sobre patines, seguramente no me lo hubiera creído y hubiera dicho todo sonrojado, “y claro que me gustaría escribir un libro, a quién no?, además me gustaría jugar en Italia, a quién no?, y que no quede por pedir también me gustaría jugar en la selección, a quién no?…”, y miren por donde pude jugar en Italia, España y un montón de países que aquel día solo conocía por el diccionario Salvat que teníamos todos en San Martín, aquél de las tapas moradas que eran doce tomos y salían mensualmente, hagan memoria los que son argentinos, quién no lo tiene perdido por algún armario un poco descolocado?, y buscando ilusiones, a toda la camada de compañeros que queríamos llegar lejos en el hockey se nos aparecían sueños, uno detrás de otro, cada vez se sustituían por otros más difíciles de alcanzar, y entre los tantos que yo tenía, uno de ellos, era escribir un libro, y lo más importante, que a alguien le interesara.

Nunca olvidaré un día en el patio de mi casa (la casa de mis padres que siempre será “mi” casa) que me enfundé una camiseta de Argentina que había traído mi hermano Pablo de su participación en los Panamericanos de Sertaozinho, en Brasil, y que coincidía con su primera camiseta celeste y blanca, aquella adidas con el número 4, las hacían tan pequeñas que esa talla me quedaba perfecta a mí que tenía 14 años, cuando me miraba no le veía mucho sentido, en definitiva era la camiseta que se había ganado mi hermano, pero si que pude escuchar como mi otro hermano, Marcelo, o mejor dicho el Tompsom, le decía en voz baja a mi Papá, o mejor dicho el Papi, el cuál me miraba todo orgulloso, “no me digás que no nació para usar esos colores?” y yo pensaba, que fanático el Tompsom, lo que hay que hacer para ganarse esa camiseta!!...ni me lo puedo imaginar!!...pero aquella vez, la primera que me puse la gloriosa celeste y blanca, se me destapó un objetivo tan claro como difícil, y era sencillamente, que no podía ni quería defraudar a nadie, no solo el Tompsom y el Papi creían que podía llegar a jugar en la selección, sino mucha gente de mi querida Casa de Italia, me veían como un jugador que podía representar al querido club, fuera de los límites que todos los niños de mi edad imaginábamos, y si, si hoy puedo escribir este libro es porque pude llevar los colores de mi amada Casa de Italia, fuera de la provincia, transportarlos con la selección, desembarcarlos en el hockey europeo y encuadrarlos culminando mi carrera en el FCBarcelona, considero que hice lo mejor que pude y que supe, y en el balance de los confiaron en mí, espero estar con un saldo positivo, esa ha sido la razón por la que siempre he luchado."

1 comentario:

Ro dijo...

Qué emocionantes palabras las de papi: "no digás que no nació para llevar esos colores". De tal palo tal astilla y le regalas a Rodolfo Agëro esa frase: "si vos jugás, no existe nadie más". Gran corazón los Cairo!!